Como profesionales del sector del renting, a menudo nos encontramos con clientes que nos preguntan cuál es la diferencia entre renting y leasing, porque en muchos casos se usan como sinónimos y no lo son.  Aunque ambos modelos ofrecen soluciones de financiamiento para disponer de un vehículo sin necesidad de adquirirlo de forma inmediata, sus características, ventajas y condiciones varían significativamente. Vamos a ver en que puntos se diferencian y qué es cada uno.

Qué es el renting

El renting es un contrato de alquiler de vehículo a medio o largo plazo que incluye en una sola cuota mensual todos los servicios asociados al uso del coche: seguro a todo riesgo, mantenimiento, asistencia en carretera, impuestos, cambio de neumáticos, entre otros. Desde el punto de vista del usuario, se trata de una solución integral que aporta previsibilidad financiera y una experiencia libre de complicaciones.

Este tipo de acuerdo es especialmente popular entre empresas y autónomos, ya que permite disponer de una flota moderna sin realizar grandes inversiones iniciales ni preocuparse por los costes imprevistos del mantenimiento. 

En los últimos años, además, muchos particulares se han acogido a este método porque es muy cómodo y permite no tener que adquirir el vehículo, con la inversión que esto supone, ni tener que hacer frente tampoco a gastos inesperados. Al finalizar el contrato, el vehículo se devuelve y se puede renovar por uno nuevo, facilitando además la actualización continua del modelo del coche.
 

Qué es el leasing

El leasing, por su parte, es un contrato de arrendamiento financiero mediante el cual el cliente (arrendatario) paga una cuota mensual por el uso del vehículo durante un plazo determinado, con la opción de comprarlo al final del contrato por un valor residual previamente acordado.

En el leasing los gastos de mantenimiento, seguro e impuestos suelen ser responsabilidad del usuario. Esto implica una mayor implicación en la gestión del vehículo, pero también ofrece ventajas como la opción de compra o mayor flexibilidad en aspectos como el kilometraje o la duración del contrato, lo cual puede resultar atractivo para quienes desean tener el control total del vehículo en el futuro.
 

Diferencias entre renting y leasing

• Responsabilidad de los gastos: En el renting, la empresa de renting cubre prácticamente todos los gastos operativos del vehículo, por tanto tu cuota es fija. En el leasing, estos gastos corren a cargo del arrendatario. 
• Opción de compra: El renting se puede contemplar la opción de compra al finalizar el contrato, pero no suele ser el objetivo. El leasing sí permite adquirir el vehículo pagando su valor residual.
• Flexibilidad: El leasing puede ofrecer más margen en términos de kilometraje y condiciones, mientras que el renting destaca por la comodidad de ser una solución todo incluido, pero puede tener limitaciones en ese tipo de aspectos.

 

¿Cuál elegir?

Para escoger entre el renting y el leasing hay que tener en cuenta varios factores, como el uso que quieres darle al coche y tu situación financiera.

• Si valoras la comodidad, el control de gastos y no te interesa adquirir el coche, el renting es la mejor opción, especialmente si se trata de un uso empresarial o profesional.
• Si prefieres tener la posibilidad de comprar el vehículo al final del contrato y no te importa asumir los costes de mantenimiento, el leasing puede ser más adecuado, sobre todo para autónomos o particulares que ven el coche como una inversión a largo plazo.
• También es importante considerar factores como el kilometraje anual estimado, ya que dentro del renting existe un límite de km.

Tanto el renting como el leasing son soluciones válidas para disponer de un vehículo sin necesidad de adquirirlo desde el primer momento. A nosotros como profesionales de la compraventa y alquiler de vehículos, nos gusta más el renting porque al tratarse de una cuota fija y que la responsabilidad de los gastos operativos sean cosa de la empresa de renting, nos ofrece un mayor control del gasto y ante imprevistos, nos da esa seguridad de pagar todos los meses lo mismo sin tener una sorpresa porque ha ocurrido algún problema con el coche. ¿Y a ti? ¿Qué te convence más?

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